Le digo a mi amigo; que porque no le da un manotazo, o se lo
doy yo, e ese saltamontes que le ha crecido en la cara. Él siempre me contesta
lo mismo -No te das cuenta que esto es
el principio de una simbiosis, que dentro de poco podremos comunicarnos
leyéndonos el pensamiento y lo que yo vea, y como lo vea, él lo verá igual y
viceversa-.
Duermen juntos, comen juntos…, la verdad comienzo a verlo
como un saltamontes y no como un amigo, dentro de poco creo que me contestará
frotándose. Él me dice que no, para nada que solo tengo que acostumbrarme.
Pienso que mas adelante su pelo desaparecerá y en su lugar tendrá varios
cientos de saltamontes que le cubrirán la cabeza a modo de cabellera e incluso
podrá saltar y volar ayudado por ellos de un lado para otro.
Esta mañana estaba bastante desanimado, a fuerza de verlo
con el saltamontes caminando por su cara, no me he dado cuenta que el bicho ya
no estaba, su cara triste pero vacía de saltamontes me ha alegrado, le he
preguntado que le pasaba y con voz trémula me dice que el saltamontes le ha
abandonado.
-Por la noche en sueños, cuando dormíamos los dos, yo sobre
la cama el sobre mi frente me ha hablado para decirme que se tenía que ir, que
era época de reproducción, que me ha querido mucho y que me echará mucho de
menos y no me olvidará nunca.
Le he consolado como he podido, creo que ha entendido que
estas relaciones entre gente y bichos no acaban bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario