Las hojas no crujen, la huella no permanece sobre esta
alfombra, todas ellas muertas, dan vida al fruto que cae rodando y se oculta como un pez escurridizo
bajo ellas.
La vida allí debajo se mueve oculta y afanosa, incansable
como circulo que da vueltas sin principio ni fin. Otras huellas vendrán y
tampoco permanecerán.
Mientras queden aquí grabadas...
ResponderEliminarEs preciosa esta muestra de arte amigo...preciosa...
Da gusto venir aquí!